En un mundo donde la confianza en las instituciones públicas es fundamental para el desarrollo y bienestar de la sociedad, la ética en la función pública se erige como un pilar esencial. La Ley Nº 27815, conocida como la Ley del Código de Ética de la Función Pública, establece un marco normativo crucial para garantizar que los servidores públicos actúen con integridad, transparencia y responsabilidad. Este blog tiene como objetivo destacar los puntos clave de esta legislación y su relevancia en el fortalecimiento de la administración pública.

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Ley Nº 27815: Código de Ética de la Función Pública

Ética e Integridad en la Gestión Pública

En un mundo donde la confianza en las instituciones públicas es fundamental para el desarrollo y bienestar de la sociedad, la ética en la función pública se erige como un pilar esencial. La Ley Nº 27815, conocida como la Ley del Código de Ética de la Función Pública, establece un marco normativo crucial para garantizar que los servidores públicos actúen con integridad, transparencia y responsabilidad. Este blog tiene como objetivo destacar los puntos clave de esta legislación y su relevancia en el fortalecimiento de la administración pública.

1. Ámbito de Aplicación y Definición de Función Pública

La Ley del Código de Ética de la Función Pública se aplica a todos los servidores de las entidades de la Administración Pública, incluyendo las empresas públicas. Se entiende por función pública toda actividad realizada en nombre o al servicio de estas entidades, ya sea temporal o permanente, remunerada o honoraria. Este ámbito amplio asegura que todos los actores dentro del sector público estén sujetos a los mismos estándares éticos.

2. Principios Éticos Fundamentales

La ley establece principios fundamentales que guían la conducta de los servidores públicos:

  • Respeto: Garantizar el cumplimiento de la Constitución y las leyes, respetando los derechos de defensa y debido procedimiento.
  • Probidad: Actuar con rectitud y honestidad, evitando cualquier beneficio personal indebido.
  • Eficiencia: Desempeñar funciones con calidad y procurar una capacitación continua.
  • Idoneidad: Mantener aptitud técnica, legal y moral para el ejercicio de funciones.
  • Veracidad: Expresarse con autenticidad y contribuir al esclarecimiento de hechos.
  • Lealtad y Obediencia: Cumplir órdenes legítimas y actuar con fidelidad hacia la institución.
  • Justicia y Equidad: Actuar con equidad en todas las relaciones funcionales.
  • Lealtad al Estado de Derecho: Mantener fidelidad a la Constitución y al marco legal establecido.

Estos principios no solo promueven una gestión pública eficiente, sino que también buscan inspirar confianza y respeto hacia las instituciones por parte de la ciudadanía.

3. Deberes de los Servidores Públicos

Los servidores públicos tienen una serie de deberes que complementan los principios éticos:

  • Neutralidad: Actuar con imparcialidad política y económica.
  • Transparencia: Realizar actos de servicio de manera accesible y clara para el público.
  • Discreción: Mantener la confidencialidad de la información sensible.
  • Ejercicio Adecuado del Cargo: Evitar represalias y coacciones en el desempeño de funciones.
  • Uso Adecuado de los Bienes del Estado: Proteger y usar los bienes del Estado racionalmente.
  • Responsabilidad: Desarrollar funciones con respeto y asumir tareas extraordinarias en situaciones críticas.

El cumplimiento de estos deberes asegura una administración pública orientada al servicio eficiente y equitativo de la ciudadanía.

4. Prohibiciones Éticas

Para evitar conflictos de interés y malas prácticas, la ley establece prohibiciones claras para los servidores públicos:

  • No mantener intereses de conflicto.
  • No obtener ventajas indebidas.
  • No realizar actividades de proselitismo político.
  • No hacer mal uso de información privilegiada.
  • No presionar, amenazar o acosar.

Estas prohibiciones son esenciales para mantener la integridad y credibilidad de la función pública.

5. Incentivos, Sanciones y Procedimiento

La ley no solo establece principios y deberes, sino que también contempla incentivos para el buen desempeño y sanciones para las transgresiones. Cada entidad pública debe promover una cultura de probidad y transparencia, diseñando incentivos para los servidores ejemplares y aplicando sanciones cuando se violen los principios éticos.

Conclusión

La Ley del Código de Ética de la Función Pública es una herramienta poderosa para garantizar que los servidores públicos actúen con integridad y responsabilidad. Su correcta implementación y cumplimiento son cruciales para fortalecer la confianza de la ciudadanía en sus instituciones y asegurar una administración pública eficiente y justa. En un entorno donde la transparencia y la ética son cada vez más valoradas, esta legislación se presenta como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de la sociedad.

Conoce tus derechos y responsabilidades en el ámbito de la función pública. ¡Comparte este conocimiento con tus amigos y colegas para promover una gestión pública más ética y transparente!

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